Sobre la tristeza
Wislawa saludaba a la tristeza,
en cambio yo quiero vestirla
y despacharla.
Darle las gracias,
Limpiar su sombrero
y recortarle esa melancolía tan larga.
Comentarle que de ella
lo que más me gustó fue el silencio
y las lloviznas que ahogaban mis fantasmas.
¡A nadie debo más sino a ella
fiel tejedora de recuerdos!
Ahora que se va le empaco
365 insomnios,
12 cartas nunca enviadas
y un libro fracasado de poemas.
¿Qué será de ella?
¿Qué será de mí sin su presencia?
Dime Wislawa,
¿Cómo se despide a la tristeza
cuando uno mismo es ella?