El hombre de las montañas
A Pedro Arturo Estrada
Un hombre escribe sobre muchachas pueblerinas
en noches mustias
les inventa diálogos secretos.
Las mira a todas horas en su cuaderno de apuntes
les dibuja el sosiego y juega con ellas por entre los cultivos de su memoria.
¡Vieran la alegría de este hombre
cuando les peina los largos cabellos!
En las horas del insomnio
ellas lo acarician,
devolviéndole la vida
enseñándole el camino hacia los sueños.
Hermosas las muchachas
―raíces de la tierra―
del hombre que vive en las montañas
y que germinan como cosecha de ángeles.