Desolación
¡Cuántas cenizas de rostros!
En las ruinas todo es más triste,
hasta el silencio.
En el desierto de lo que fue una hoguera
se recuerda mejor,
pasan nítidos los instantes,
revelaciones
de cuando fuimos otros.
El viento toca
los pies descalzos y pequeños
de la guerra,
los pies del abandono y
la tragedia.
Una mirada y otra,
y otra más,
los ojos preguntan
los cadáveres responden.
Las mujeres y sus cantos.
Las mujeres y su angustia.
¡Cuántas cenizas de los sueños!
Y el corazón como siempre
inocente
como un niño perdido
en la noche.
Fotografía tomada por la autora. Sucre, Colombia, 2011.