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El olvido


Un hombre enmudecido

llora en mis adentros

sus lamentos son todo un pueblo

que como lloviznas me habita.

Escucho

las persecuciones

sus miedos,

los pasos de los desterrados,

el incesante clamor de los desaparecidos…

Se angustian,

corren,

escriben en los muros

y puede leerse en sus ojos:

“libertad y sosiego”

luego,

no sé qué pasa

sus ecos se esfuman

como si alguien apagara sus voces…

Los entierro en mi memoria.

Vuelvo a mis afanes con la vida

sufro de la misma enfermedad del mundo,

el olvido.

*Segundo puesto - Concurso Fundación Andrés Barbosa Vivas- 2013

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